Perdedores de Tiempo, Ganadores de Alma

viernes, 23 de enero de 2015

DERROTADO, SIN DERROTA.




Se secaron los ríos cuando más sed tenía,
Dejaste de llorar y el mar se vació.
Quería bogar hasta tus ojos, arribar
Sobre mis mentiras de amor a tu muelle
Pero dejaste de derramar lágrimas…,
Y naufragué en mis sargazos de disfraz
Encallé en los bajíos de tu desilusión,
Atado a una verga asesina,
Quedé a la deriva de mi traición.
Sin brújula, sin sextante, sin derrota
Y derrotado, enredado entre drizas,
Tropezando en mis desvaríos, sin ti
Roto y sin cartas, sin destino,  vacío…

Ahora, en esquifes de horror,
Sin foque ni escandalosa, ni palo mayor
A golpes de galerna embravecida,
Me dejo llevar de la corriente de mi vicio
Busco sin encontrar, me quemo sin arder
En altares de dioses, que piden sangre.
Oscuros templos de doloroso placer,
Explorando cuerpos como témpanos sucios,
Pieles gélidas de sierpes venenosas
Ahogándome en dulces simas asesinas
Y resucitando para gritar, rogar la muerte
A dentelladas de deseo desenfrenado
Suplicando por húmedos puñales,
Despellejado, sin piedad por fustas de delicia,
Sin saciar nunca el hambre de ti.
Ni vivir, ni dormir, casi ya sin sufrir.

No intento esquivar otros naufragios,
Pongo proa a icebergs traicioneros,
Me dejo llevar de cantos de sirena…
Pero ya soy eterno, condenado, reo;
Mi condena es tu memoria,
Tu recuerdo son mis sueños, pesadillas
Que torturan mi penar y purgar
Sin perdón, mí pecado contra ti;
Mi apariencia de quererte y perderte
Por no dejarme querer; ser solo tuyo.
Soy de todos y de nadie, pecio hundido,
Desprecio de cuadernas estalladas,
Sin quilla ni codaste, soy astillas,
Deshecho de hombre. Nausea.





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