Al norte de la desesperación helada
Perdido entre témpanos de mentiras,
Pierdo la fe
No hay fe.
La ventisca de añagazas me ciega
La traición de mis amantes me desangra
Me hielo.
No quedan hombres.
Despeñada mi quimera en alud
Tiño de negro luto el horizonte
Vencido.
Inútil lucha.
La soledad me traspasa de puñales,
Helados puñales de ingratitud
Me desangran
Cegado de pena.
La muerte no es azul, ni gris
Es transparente como copos de nieve
Fría como dinero
La sin razón gana.
Me desgañito pidiendo amor imperfecto
Mudo de deseo sin colmo
Inerte.
Yermo.
Resbalo sobre saliva profunda amarga
Vomitada de un placer absurdo
Ansío sufrir.
Resisto sin embargo.
Esperanza rota entre cascotes de razón
Se pisa a tientas y raja la planta del alma
Sangra lujuria.
Hastío. Nausea.
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