Ni el paso del tiempo arrasándonos
Ni las nubes del cielo atormentadas
Ni toda la lava de Gea enfurecida
Podrán acabar con mi amor
Tormentoso, malogrado, imposible amor.
Tú eres mi tortura más dulce y dolorosa
Eres espejo en que reflejar mi amargura
Infinitud de tiempo para consumirme
Eres el camino duro de espinas al descansar
Piedra donde reposar ya desfallecido.
…y no te lo puedo decir; soy mudo para ti
Tu escuchas, se que estás atenta como esclava
Anhelante esperando mi verbo pausado
Pero solo se mirarte, y paralizarme, y llorar
Viendo tu llanto, queriendo abrazarte, invalido.
No hay nadie más en nuestra isla, solos
Nos cruzamos, apenas nos rozamos, deseándonos
Gritamos en idiomas diferentes, sin oírnos
Queremos querernos, acaso odiarnos al menos
Vivimos aislados en nuestra celda de silencio.
Languidecemos dándonos la espalda fría y muda
Lejos del calor de nuestra mirada ardiente
Nuestros cuerpos gloriosos iluminándonos
Alumbrándonos el camino pedregoso de la vida
Transitado ahora, solos, juntos en nuestra soledad.
Será mejor que me vaya a otros mundos
Desde donde creas que voy a poder escucharte
Desde donde se que ya no podré verte
Vivirás la misma tristeza sin verme sufrir
Sufrirás tu vida creyendo que yo no lo se.
No sin pena consumo mis últimos días, muerto
Esperando que la vida prenda en mí desalentada,
Un último suspiro sea mi imposible declaración de amor
Comiences una vida en la paz de tus consuelos
Tus hijas te arropen como nunca supe hacerlo yo.
Maldito seas destino que me hurtaste la felicidad,
Maldito mi corazón que nunca supo decir que no,
Malditos mis sentidos que me encadenaron loco,
Maldito mi recuerdo entre los que me amaron,
Sea yo maldito cadáver sin derecho a memoria.
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