Hace más de mil años ya
Que tu hálito no me da vida,
Tus pupilas, no me arrodillan para adorar,
Tu sonrisa, no da alas a mi amanecer,
No reposan en mi alma
Tus versos de camuflaje.
Hace ya más de tres eones
Que tu ausencia es mi tortura,
Me vuelve la piel curtida
Porque tu recia mano
No acaricia mi triste piel.
Tus labios húmedos
No besan mis pobres labios.
Tu voz,
Tú profunda voz de hombre
No me parasita más el cerebro.
Solo escucho tu silencio,
Exploro el espacio exterior
(Todo lo
que no es tú, es exterior)
Intento olerte
En el viento de poniente
Y solo huelo la muerte
De mi piel ansiosa, inerte
Recordando esa caricia truncada,
Aquel abrazo inacabado
Que nos abortaron.
El Silencio me estalla,
Los oídos me sangran de escuchar la nada,
Tu voz no resuena en mi cabeza.
¿Dónde estás?
¿En que trinchera te escondes?
Rompe el silencio de muerto
(Se que
vives)
(Se que me
quieres)
Revive sobre mi cuerpo
Y ámame una vez más
Como nunca me amaste,
Como siempre deseaste,
Como nunca nos dejaron.
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