AMOR, DESTINO.

Nos empujan los alisios a la alta mar,

Nos mecen en nuestro flotar de amor

En las turbulentas aguas de la lujuria.

Nos alivian nuestro ardor de carne,

Los vientos que nos absuelven

Mientras secan el sudor del contacto ardiente.

Aneados por el deseo intenso

Que tus besos suavizan con saliva,

Dejamos pasar el tiempo

Mareados de pasión infinita,

Atravesándonos nuestros cuerpos

Con la furia de la posesión,

Hasta que nuestras sangres se confunden;

Hasta que nuestras almas se aparean.

Relajados tras la batalla incruenta,

Llena de cicatrices restañadas con hilo de amor

Nos ponemos en camino al destino

Que nuestros cuerpos nos trazaron.

Te veo alejarte sin dejar de mirarme;

Sin dejar de mirarte me alejo

Camino de mi patíbulo diario,

Camino de mis obligaciones escogidas

Pero te quiero.