¿Sabes? Me he rendido,
No soporto más mi cobardía
Te he perdido.
Mi vida es ya solo languidecer,
Enloquecer de amor,
Sin protesta
Ni malas caras,
Solo un dejarse llevar,
Un dejarse morir, viviendo
Ni siquiera sufriendo. Plano,
Un autómata de cara gris
Dedos helados y besos muertos.
Contigo renuncio a mi alma
Lo único que no puedo recuperar,
Un hilo que me recuerda
Como cruel penitencia
Tu presencia.
No se cuando ocurrió,
Me faltaban tus besos, ese calor,
El brillo de tus ojos,
Cada nueve, como un dogal.
Tu aliento tan cerca, tu clamor
Y tu entrega, nuestra entrega.
Solo me quedó la memoria
Cada día mas vívida
Pero más gris.
Siento el frío de la renuncia
Un escalofrío de abandono
Y tu mirada de amor imposible.
Me he cansado y renuncio,
Ojalá hubiera enloquecido
¡Maldita medicina!
¿Una cura? ¡Un castigo!
Otro más, amor prohibido
Amor corrupto, infernal
¡Amor de hombre! Anatema.
Renuncio. Quiero acabar.
Quizá muriendo deje de amar,
Quizá sin amar, podré vivir, tras morir.
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