QUE NADIE ME RECUERDE

Se me escapa de entre los dedos,
Tu llanto de desengaño.
Quiero atrapar tus lágrimas,
Huyen de mi deseo de fuego
Se escurren añorando el suelo,
Y caen secandome el corazón.

Busco atrapar tu suspiros,
Me falta el aire, me rompo,
Impasible ante mí angustia
Deshago la figura y caigo,
Ante tu desprecio de rabia.
Deseo que caiga la noche,
Un manto oscuro en mi alma
Me ciegue; solo quede tu recuerdo
El castigo a la traición,
Busco la muerte, dejar de sufrir,
Más el castigo será vivir
Sabiéndote, aventando el poniente
Atesorando tu olor, tu risa.

Una tormenta de ira de un dios
Busco en la soledad de mi desvarío,
Ser nada en la nada perpetua,
Suplicar al mundo castigo eterno
Pero borrar tu imagen,
Para dejar de penar solitario;
Encontrar paz bajo una lápida
Y mezclarme con la tierra,
Que nadie me recuerde,
Que nadie me escupa,
Pero que nadie me llore.