EL TEATRO DE LA VIDA

Venid angeles caidos con ansia enceguecida
Venid del cielo hasta el tártaro para ver gozar
Gustad el acre sabor del pecado deseado,
Que os estremezca el remordimiento.

Buscad sin luz la eternidad perdida,
Palpad las paredes mohosas de la celda,
Buscad la libertad y encontrarla en la cadena.
Sentid gotear la sangre fría en los pezones.

Buscad la muerte y desesperaos de dolor,
Encontrad la vida en la hez del  desconsuelo,
Perdeos en el bosque de árboles despectivos
Y corred, corred tras el alma del imposible amor.

Sin darse un  respiro cabalgad sin silla, volad.
No haya tregua al descanso y aspirad poder.
Dejaros llevar del dolor que esconde cielo
Del cielo, esa senda al infierno de lo correcto.

No existe mas verdad que el látigo restallante,
Ni mas realidad que la que dicta la imaginación.
Lamed las argollas que os encelan
Escupid la boca del que os busca anhelante.

Acaba la función, apagan los focos y gimes
Todo fue la mentira de la convicción
Abandonas tu vida agarrada a tu recuerdo
Pero te sanciona la muerte y vives embargado.

Baja el telón y la representación comienza.