Perdedores de Tiempo, Ganadores de Alma

viernes, 30 de octubre de 2015

RELUCIENTE MUERTO




Deambulo por entre tus recuerdos
Vomitando desamores, hiriéndome,
Tropezando en cada risa, en cada beso,
Cayéndome a cada paso, llorando.
Busco en cada esquina de mi memoria;
No encuentro tu pupila deseándome,
Tu cuerpo maleable, como cera ardiente
El aliento de jazmín en tu boca tersa
Tu perdón tras cada traición.

Solo me queda esperar quien me devore,
El tormento de saberte nunca jamás,
La aridez del desierto de mi alma,
Sed inagotable, si no es con tu agua clara;
Escudriño entre las rocas rotas de sol
No hallo más que tu ausencia presente.
A cada dentellada de ilícito placer,
De deseo de tener tu deseo, vacío eterno,
Me desangro de esperanza; rozarte,
De lejos solo una vez mirarte y morir.

Me condenó el dios de todos los amores.
Oí mi sentencia cuando te perdí, por mí,
Se heló mi corazón; sangre de astillas,
Y el escalofrío de saber inmortal mi pena.
Entre el bosque de tus recuerdos expío culpas;
Me escandaliza mi frivolidad sin perdón,
Pero aún me entretienen otros cuerpos huecos,
Naturaleza de relapso sin remordimiento,
Indago en ojos de cuencas vacías de alma,
Llenas de lascivia que no segué con tu entrega.

Por entre tus recuerdos viviré muerto
Reluciente muerto que nunca conoció la vida.







No hay comentarios:

Publicar un comentario