Tenebroso firmamento
Cielo de rayos ornado.
No es el amanecer bendito.
El desastre enfebrecido
Cierne sus alas de plomo;
Su hierro hirviente,
La ira ciega, sin alma, demente,
Para enmudecer la virtud.
Las almas rectas lloran, más…
La valentía empuña la verdad
Como adarga, la limpieza,
Y de lanza la humildad.
Habrá de tronar un tiempo,
Las ideas se enfangarán,
Las aguas de la mentira anegarán.
El cauce incólume será eterno,
Sujetará el barro enloquecido
Y todo se escribirá.
Habrá torrentes de sangre,
Carne agusanada de injusticia.
Se perderá la balanza de oro,
Se custodiará el fiel
Y de oro se encontrará.
Todo es fútil y vano,
Contingente y deleznable
Nada eterno,
Solo el amor triunfa
Solo la justicia brilla
Solo el recto prevalece.
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