Perdedores de Tiempo, Ganadores de Alma

viernes, 26 de diciembre de 2014

CONFESIÓN SIN REDENCIÓN




El mirar en mis ojos tu tristeza,
Es buscar la verdad al deambular,
Dormir pensando en ruiseñores,
Despertar sin haber conseguido soñar.

La causa de que la luna llore,
La culpa de que anochezca,
Reo de que salga el sol,
De todo me confieso ante ti:

Haberte amado más que a mi vida.

Si, pero…, fui débil por todo;
Por haber respirado otros aires
Desesperado, haber buscado cobijo
Vendido mis caricias al peso
Entregado mi carne al mercado
Dormido en otros regazos
No haber esperado tu “ven”
Llorado cuando debía reír
Y no reír nunca cuando tú lo hacías.

Ahora…
Ya no puedo mirar atrás.
Mi pecado me engalana de muerte,
Adorno mi miseria de oropel;
Busco el horizonte que rompí,
Me ahogo sin la sonrisa de tus ojos
Pierdo trozos de piel sin tu caricia
Y mi mueca es rojo sucio y triste.

Donde quedaste, rota y sola,
Allá en tu desconsuelo azul
Nadie alcanzará a brillar; iluminarte,
Hacerte centellear,
Darte paz, enamorarte.

Era yo y te desprecié, ciego de pasión
Enloquecido de mundo y caretas
De disfraces y señuelos
Para fuera de tu paraíso, penar
Porque te hice penar.

No puedo ya sino llorar, aun sin amargura,
Llorar para creer que es tu humedad,
Tu agua viva,
La que me apaga la sed,
La que me deja vivir recordando
Que mi caída te hizo infeliz.

Cien eternidades sin tu mirada
No lavaran mi yerro.



No hay comentarios:

Publicar un comentario