Perdedores de Tiempo, Ganadores de Alma

lunes, 9 de septiembre de 2013

INFIEL, MENTIROSO INFIEL.




Cuando vengas a mi casa…
No llames cuando vengas,
Entra, sin más.
Descálzate, pisa mi suelo
Siente su frialdad,
La liviandad de mi aire
Mi aliento espeso de malestar;

No me importa, ya ves; no.
(No me notarás la mentira en la voz)
Se que vienes de otros suelos,
De otros aires,
Otro aliento: seguro que sin dolor…

Por eso, por eso te quiero descalzo
Que se calcine el recuerdo,
Ese que arrastras al pisar,
El recuerdo que crees que no,
Que no te iba a delatar la pupila
El rictus de mentira
Que berrea que no me quieres,
Vocifera que estás aquí por compasión.

¡Vete!
Pero no te calces, ve desnudo
El mundo te conozca,
Y sepa de quien sales
Quien te acunó,
A quien apuñalaste
Clavando tu daga maldita en otro cuerpo
Permitiendo derramar mí sangre
Ahogarme en sal acida,
De las lágrimas de rencor
Que derramé pensando en otros suelos
Mientras el mío era patena
Sagrario de pureza sin tu amor.

¿Y tú huella?
Pisaste otro suelo; ¿y en el mío?
¿Que hollado dejaste en el mío?
Quede estéril, sea: por la eternidad
Nadie volverá a entrar en mi casa,
Nadie la pisará con alfombra; sin ella;
Nunca más polución.
Envejeceré de joven.
Moriré a fuer de viva.
Recordándote.

¡Cabrón!

No hay comentarios:

Publicar un comentario