Puta negra nigeriana,
Pobre puta airada
Desnuda poligonera,
En su sillita de playa
Recordando su sabana,
Su choza,
Sus niños,
Su hambre,
Su hermana
Muerta en el desierto
Al abortar violada,
Por un imbecil sin luces…
Sin luces pero sin alma.
Pobre puta espera
El cincuentón desgastado,
El niñato acomplejado,
O el avergonzado
En busca de redención.
Se sabe maricón
Pero no tiene cojones
Para besar a su amor;
Pasar del mundo que acusa
Y ser feliz sin dolor.
Pobre puta contagiada
De sífilis y de sida
Para comer cada día
Y que coman,
Allá lejos
África adentro, los suyos
Que prefiere morir ella
Tirada en la cuneta
Que sus niños
De la hambruna.
Que los mismos que la follan
Son los que quitan el pan
De la boca a su familia,
Para darle a ella las migajas
Y robándole hasta el alma,
Que ella revive pensando
En su madre que la espera
Y los niños
Que preguntan;
Donde estará su mama.
Pobre puta que se agacha
“por detrás”
“diez euros más”
Para que te des el capricho
Que tu mujer no te da
Y encima con exigencia
¡Gilipollas!
“Sin condón, más natural”
Y te llevas de regalo,
La sentencia a tu familia
El sida que te mereces
Por quererte aprovechar
De la pobre puta nigeriana;
Bella, de ébano,
Más digna de lo que serás,
En toda tu puta vida
Pues ella entrega la suya
A costa de lo que sea
Porque viva su familia,
Esa que tú nunca sabrás
En que consiste tener,
Que no es más que ofrecer
Lo más sagrado que hay
Por muy puta que pueda ser;
Es ante todo una madre
Que tuvo que dejar hijos
Para que pudieran comer.
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