VIERNES SANTO

Viernes Santo amanecida

Con calles escarnecidas

De espectáculo publicano

Mirando pasar el paso

Con las pipas en la mano.

Esa noche misteriosa

Con su imagen inerte,

Para algunos, dolorosa

Adornada,

Travestida,

Cargando una cruz de atrezzo.

Despojada dignidad

Que debiendo caminar

En el corazón de los hombres

Pasea por entre ellos

Mientras comentan el gol

Se comen las pipas de girasol

Y se manda al niño a callar

Porque es menester respetar

A la imagen adornada

Floreada

Venerada

Como si realmente fuese un dios

Que todos se han conjurado

En aceptar que sea adorado

Esa noche de Abril. Nada más.

Tronos que yacen dormidos

En templos abandonados

De la gente que lloró

Cuando veía como pasaban

Y a veces entonces callaban

Por guardar respeto humano

A quien nunca le gustó.

Que sin respeto alguno

Denunció cuando vivió

Los excesos,

Injusticias,

Abandonos

Y toda falta de amor

Hacia otros seres humanos,

Hermanos,

Que sufren en su propia carne

El egoísmo, lujuria,

La avaricia

Dureza de corazón,

De quien a si mismo se llaman

Representantes de dios.

Imágenes hechas de arte

Que no de conmiseración

Hacia los que son pobres

Y no tienen ni refugio

Como el dios sobre su trono dorado

Que espera a ser desmontado

Y vuelta a ser colocado

En su fría hornacina de dolor.

Y atrás quedaron los ternos

Guardados en naftalina

Para otra celebración,

Que ya cumplieron

Con esa obligación imperiosa

De montar la procesión

Más bonita y elegante

Que la del cofrade anterior.

La coartada es la fe; eso dicen,

Más en su corazón helado

Mientras procesionan lento

Van pensando en el negocio

Que en cuanto suelten el muerto

Van a hacer en el notario

Con el hermano que serio

Reza ese padre nuestro

Que en los oídos de dios

Suena hueco y a mentira,

Como de mentira es la mantilla

Que con peina lleva su mujer,

De su abuela dicen todas,

Siendo un secreto a voces

Que la compró en Internet

Porque estaba de oferta.

Está fabricada en China

Con el sudor desgraciado

De unos pobres esclavos

Que de semana santa saben

Lo mismo, o aún más

Que esos que van muy serios

Ante la imagen dorada

Dando la pinta de ser

Los más honrados del mundo,

Descalzos con su promesa

Y que todo el mundo vea

Que se arrepienten de ser

Tiburones cada día en su tajo

Sin dar golpe en su trabajo

Y engañando a todo el que ven.