Perdedores de Tiempo, Ganadores de Alma

martes, 27 de noviembre de 2012

NOCHE FRÍA



Recuerdo esa noche fría,
Recuerdo esa noche muerta,
Recuerdo que te cruzaste
Por delante de mi puerta.
Y aquella noche tan fría
Tórnose de pronto caliente
Y lo que estaba apestando
A ya un cadáver viviente
Resucitó de entre huesos
Y se le hundió hasta la mente
La mirada penetrante
Que dirigida corriente
Por unos inocentes ojos
Produjo alto voltaje
En un corazón doliente.

Tú, ni lo sospechaste,
Pasaste.
A mi el corazón me latía
Como el reloj de la abuela
Dentro de su caja vacía
Y quería libertad,
Que por la boca salía
Sin saber como podría
Sostenerlo sin quedar
A merced de las miradas
Que frías nos contemplaban.

Pero algo hay en la mente,
Un algo mas que profundo
Que fue como un grito sin ruido
Que te lancé esperando
Escucharas con oídos,
Que existen solo en el alma
Sincero, que todos llevamos
Dentro y amordazado tenemos.
Y lo escuchaste, lo se,
Me volviste la cabeza
Y tu mirada y la mía
Se besaron ese día
Como lo hacen los novios
El día de la alegría.
Sentí tu sonrisa derramada
Sobre la mía emocionada
Y supe que ya eras mío
Y tú supiste que yo era tuyo.

Pero una daga maldita
Me atravesó el corazón.
Aquella mujer menudita
Te sujetó por el brazo
Y supe que nuestro amor
Se acababa en ese acto
Me miraste con dulzura
Me atravesaste de pena
Y las lágrimas rodaban
De mis ojos a la arena.
Humillaste la cabeza
Como la humilla el morlaco
Cuando en la suerte suprema
Todo depende de un brazo,
El brazo de tu mujer
Que reclamaba  lo suyo,
Y con sabiduría eterna
Esa que es de mujeres,
Comprendió en ese instante
Que su brazo te salvaba
Cuando la verdad dura era
Que te condenaba conmigo
A la pena de saber
Que después de haber sufrido
Se encuentra el amor perdido
Y se puede volver a perder.







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