Perdedores de Tiempo, Ganadores de Alma
martes, 11 de febrero de 2020
REJAS DE CARNE
Siempre preso en un infierno helado,
Siempre cegado, tentando el abismo
Del brillo del horror,
Taladrado de un deseo invencible,
Insuperable, irrenunciable, inasequible,
Tras rejas de una carne nauseosa;
Deleitosa…
Encadenado a esta libertad tramposa que hace sentir
El aire enredando el cabello,
Las lágrimas empañando los ojos,
Y el aire que ahoga el pecho.
Siempre vendido al peor postor,
El más envilecido, el más deseado;
Añorado y odiado albañal donde hozar feliz.
Desear morir…
Para vivir sin saber renunciar
(ni querer)
Volando en pos de un sueño anhelado.
Subastando el alma noche tras noche,
En un cruel mercado de humo sucio,
Donde el amor es siempre color canela
Y nunca se dice una verdad.
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