DESCENSO A MIS INFIERNOS

Desciendo, temeroso,
Nervioso, ávido, al centro de mi,
Como Verne a su Centro de la Tierra
Con su deseo de ir,
Llegar al final, y...,
Encontrar el principio;
Combates singulares en la oscuridad del alma.
Espectros enormes,
Monstruos que acrecentamos con los miedos,
Joyas que olvidamos por egoismo,
Placidos prados que evitar por vergüenza,
Vergüenza, losa que aplasta y es de hielo,
Vergüenza que se deshace con inocencia.

Me aventuro por mi infancia,
Inocente infancia hambrienta de mundo
Dispuesto a comerme los tabues.
Me envalentona mi oscuridad,
Quiero descorrer velos,
Romper murallas y techos de cristal,
Sumergirme en mi mierda,
Y salir limpio de engaño.

Deambulo por estancias luminosas
Busco mi negrura, mi cuarto oscuro
Quiero guerra para perderla,
Ser Hercules para Augias y Pan me avisa.
La piedra que arrastras, me dice
Ni Sisifo la soportaría, no es suya,
Sin ese peso, no serias. Tu eres ese peso.

Penetro hasta la cámara de fuego
La lava de ese volcan, mi corazón, son lágrimas,
La erupción arrasa con todo lo edificado;
Las lagrimas deshacen besos,
Congelan caricias,
Pudren amores, pero salvan mentiras.
Del paso por mi mismidad mas torcida
De la lucha por negar hasta el ridiculo,
Del desmenuzar recuerdos
Del no pedir ni una cuenta,
Ni guardar un rencor,
Surjo nuevo, victorioso en mi derrota,
Se quien soy y no me arrepiento
Me quiero,
Ya puedo quererte a ti, se que es vida
Los dos amandonos somos LA VIDA
Y vida que será eterna.
De mi descenso a mis infiernos
Te he traído la inmortalidad,
Vivir juntos cada día,
El ayer, el mañana no importa,
Nuestra eterna vida juntos es hoy.
Cada día juntos será la inmortalidad encarnada en nosotros.