Perdedores de Tiempo, Ganadores de Alma

martes, 16 de abril de 2013

LOS SABERES DE UNA NIÑA.




Se que a veces te despierto
Cuando más dormido estás,
Se que siempre te disgusto
Te interrumpo en tu soñar,
Se que de día no te gusta
Que te pueda acariciar
Por eso lo hago de noche
Cuando te puedo tocar,
Aunque no me lo consientas
Dices que no te se agradar.

Se que hay otras que si pueden
Pasar su mano falaz
Por tu cara y por tu pecho,
Eso no te va disgustar
Porque siguen instrucciones
Escuchan en tu mandar
Y hacen lo que les dices
Pasan por donde han de pasar
Para darte el placer
El que yo no te quiero dar.

Se que a tu manera me quieres
Que no es la manera normal
No me tocas, no me besas,
No quieres conmigo estar
Abrazados en la cama
Ni en ningún otro lugar.

Se que soy para ti una madre
La de tus hijos primero
Que eso es lo principal
Pero como mujer solo quieres
Que te sea de utilidad
Para hacerte la comida
Y todas las cosas más
Que una madre se desvela
Por hacerlo sin pensar
Si se lo agradecerán
Porque como siempre me dices
“Si no haces eso, ¿Qué harás?”

Se que soy tu mujer
Amante quizá no supe
Tu experiencia de la vida
Me superaba por demás.
Más me tomaste de chica
Que era tan poca edad
Jugando con mis muñecas
Antes de ir al altar
Cuando me cogió de sorpresa
Esa confidencia ultima
Que mi madre me fue a dar:
“Esta noche hija mía,
 Un hombre conocerás,
 Quédate muerta en la cama
 El solo con su puñal
 Querrá sembrar la semilla
 Y darse la vuelta a soñar”.

Esa noche fue la primera
Que no pude ni pensar
En mi más bonita muñeca
La que me quise llevar
Para mi nueva vida
Y mi madre no quiso
Que la pudiera guardar.
Se hoy que era derecho
Del marido a una niña
Que tu mujer era ya
Violentarla de esa manera brutal
Pero no recibí ni palabra
Ni caricia, ni sonrisa,
Nada más que aquel puñal
Que se hundía en mi carne
Sin dejarme respirar
Con tu peso sobre mí
Sin poderlo soportar.

Se que no debería hacer
Lo que acaba de pasar,
Al menos mi cuchillo con filo
Yo rápida al cercenar,
Y el que estabas dormido
A pesar de mi acariciar
No te hicieron ni sufrir
Como a mí aquella noche
Ha de miles de años ya,
Cuando sangrando asustada
Por tu forma de actuar
Solo diste un gruñido
Y me manchaste sin pensar
Si yo sabía como ya se,
Que aquello era lo normal
Cuando no lo parecía,
Más tú estabas en tu derecho
Y yo en mi tumba ya
Con quince años cumplidos
Y la vida por pasar.

La sangre empapa tu pecho
Como empapó en mi despertar
A una vida tan cruel
La noche de mil años ha.
Se que ni te has enterado
Que te quería matar
Pero antes fuiste tú
El que me hizo a mí pasar
Por el calvario de vida
Y ya no me importa, ya
Si me llevan a galeras
O me tendrán que ahorcar,
Pero ahora al menos
Con la justicia en mis manos
Enrojecidas de sangre
Se que aunque si te quería
Te empeñaste en que el odiar
Fuera en mí lo primero
Hasta hacerme derramar
Tu sangre como moneda
Para mi vida comprar.




No hay comentarios:

Publicar un comentario