Perdedores de Tiempo, Ganadores de Alma

viernes, 19 de agosto de 2016

MERECIDO, OLVIDO MERECIDO.





Tiembla estupido, tiembla.
Como huérfano en el arroyo,
Como viuda en el Oriente.
Preso novato en las duchas.
Tiembla como hereje ante la hoguera,
Deshazte en lágrimas amargas;
Tú escogiste el camino,
Te sedujo el canto de la bondad,
Almizcle en tu nariz, y era maldad.
Creíste que era sol y era el sheol,
Tiembla ahora y disponte.
No es tiempo ya de misericordia,
Es tiempo de dolor…,
El que juzgaste placer,
Al que te diste mareado, reo,
El que te encadenó a este presente.

Tiembla estupido, tiembla.
Escuchas sus cantos,
El retumbar de la tierra a su crueldad,
El silencio de sepulcro a su venganza.
Al borde de tu precipicio, tiembla;
Salta o dales tu piel, la de tus hijos,
Tu memoria y alimenta a sus perros;
Sea tu hijo el pienso de sus mascotas,
Tu hija la esclava de sus lascivias.
No pienses ya y tiembla:
Su aliento fétido es el que respiras,
El llanto tu única bebida,
La música los alaridos de tu mujer.
Hubo defensa, ahora solo el salto.
Despeña temblando a los tuyos,
Luego, envuelto en tus heces salta tú
Temblando, como un estupido.
Y desaparece en sus recuerdos.

Tras de ti solo el silencio de sus gritos.
Tu temblor será su fiesta,
Cuando seas nada no sabrás de valentía.
Teñiste tus palabras de cobardía
Y el terror hizo lo demás.
Te mereciste temblar,
Te mereciste saltar;
Estaba escrito en oro
Justa recompensa a tu miseria.
Olvido,
La recompensa es el olvido.

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